Agua embotellada: un riesgo silencioso en México
- José Martínez C.

- 1 sept
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Beber agua embotellada en México ya no es sinónimo de seguridad. Investigaciones de la UNAM y la OMS revelan que más del 90% de las botellas contienen microplásticos, nanoplásticos y sustancias conocidas como “químicos inmortales” o PFAS, un grupo de más de 16 mil compuestos creados por el ser humano presentes en envases, telas, utensilios antiadherentes y agua potable. Estos contaminantes se acumulan en el cuerpo y han sido vinculados con alteraciones hormonales, debilitamiento del sistema inmunológico y diversos tipos de cáncer.
En un país donde más del 70% de los centros de trabajo dependen del agua embotellada, esta situación no solo representa un riesgo para la salud de los colaboradores, sino también un reto ambiental y económico, pues se desechan millones de botellas plásticas cada año. Ante ello, cada vez más empresas adoptan sistemas de purificación en el punto de uso, que eliminan microplásticos, virus, metales pesados y PFAS directamente del agua de red, reduciendo costos, huella ambiental y fortaleciendo su responsabilidad corporativa. Garantizar agua segura ya no es opcional: es una estrategia clave de bienestar y sostenibilidad.
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